Hace ya dos semanas que tuvimos esta sesión de pococuento,
que como siempre se reveló muy muy especial.
La escuela Libre El jardí Dels Somnis quiso contar con
Pococuento para celebrar su fiesta de Puertas Abiertas el pasado día 26 de abril.
Cuentos libres en una escuela libre: qué más se puede pedir?
Tan libre fue esta sesión , que el número de niños y niñas
que estuvieron participando no fue limitada y acudieron entre pequeños y
grandes unos 35.
Y empezamos en un barco, porque esta vez quien propuso el
comienzo del cuento no fui yo, sino una niña que ya sabía como funciona un
taller de pococuento. “Hay un barco, una estrella y el mar”. Y tanto era su
entusiasmo que así se quedó.
Por lo visto este barco transportaba materiales de todo
tipo, entre los cuales desechos tóxicos, basura, petróleo y latas, muchas
latas. El barco tuvo un accidente: chocó contra un barco pirata y por eso todo
el contenido del barco se fue al agua que se quedó tremendamente contaminada.
Las pobres estrellas de mar comieron algas contaminadas y tuvieron consecuencias
digestivas poco envidiables…
En este pococuento l@s niñ@s se soltaron mucho, y muchos
aprovecharon este momento como desahogo, para poder gritar, para poderse expresar
completamente: buscaban el límite de su creatividad y el límite de la
aceptación por parte de la pococuentista y de los demás.Y en esta búsqueda todos estuvimos madurando nuestra capacidad de relación y socialización.
Y así fue como, después de muchas peripecias, la única estrella de mar que
sobrevivió al desastre ecológico consiguió juntarse con un caballito de mar, y
de esa unión nació una nueva hermosa especie que pobló los mares del mundo: los
cabestrellas!
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