viernes, 24 de abril de 2015

pococuento en Va de Cuentos



Hoy fuimos llegando despacito, uno a uno, en una tarde tranquila. El barrio era casi todo silencio y piezas de diálogos daban un peso al aire que nos rodeaba.

Nos contamos pequeñas historias y nos escondimos en una caja, de la que fueron saliendo un globo verde con gafas, un superhéroe ciego, un hada de la nariz adornada de flores…

Empezamos a ver los personajes de un nuevo pococuento, empezado en una cueva donde el monstruo de colmillos iba guardando sus preciadas velas. 

Y bailamos celebrando el amistad entre Hada Madrina, Gorila y Monstruo de los colmillos! Se juntaron dos princesas, y se hizo más larga la fiesta: corros, lucha de globos, magias de toda clase. Pocimas, varitas mágicas y antipócimas.

Un vórtice de ideas y saltos al abismo de la fantasia nos trasportaron en otro mundo, abierto a todo y que nos hizo estar abiertos a inventar y abiertos a recibir la invención del otro. Sin conocernos nos conocíamos, y lo que pudimos celebrar hoy ha sido un lindo reencuentro!

Gracias 

jueves, 16 de abril de 2015

Lugares Mágicos I: Roma, Salerno, Cuenca, Barcelona


Os pasa también a vosotros y a vuestros hijos que las visitas a lugares desconocidos sean ocasiones para vivir un cuento, crear personajes e interpretarlos? Me atrevo a suponer  que si, y por una razón muy sencilla: toda experiencia de lo nuevo y desconocido, si vivida con interés y con confianza, constituye y permite  una expresión muy amplia  de la capacidad creadora. Y una de las formas primigenia del desarrollo creativo es la formulación de historias y la invención de personajes.

Por esta razón voy a abrir una nueva sección, dentro del blog, que se llamará Lugares Mágicos. Aquí recopilaré nuestras experiencias de viaje, y los lugares que más nos han emocionado y sorprendido, ofreciendonos un espacio de desarrollo creativo a nivel narrativo.


 En casa pococuento acabamos de volver de una serie de viajes que han definido nuestro comienzo de primavera:  ha sido como salir del letargo, un letargo pocoviajero durado 9 años en el que la isla en la que estuvimose viviendo marcaba con firmeza sus confines.

Ahora, viviendo en el continente, no solo el coche, sino que también el avión parace más sencillo de coger. Y asi en tres semanas hemos explorado nuevos rincones del mundo: Roma, Salerno, Cuenca, Barcelona.

Y no, no hemos visitado el Coliseo, ni la boca de la Verdad, no hemos visto las casas colgantes de Cuenca, ni el bosque encantado, ni el Park Güell, ni casa Battló y tampoco la Sagrada Familia. Y, por supuesto, no hemos paseado por la Rambla.

Vaya turistas, eh!

Por aquí somos unos profesionales de la sorpresa, y cumplir con el recorrido preestablecido por lógica y por sentido común no nos pertenece!

Lo que nos ha ocurrido ha sido como siempre el dejarnos llevar por nuestros intereses del momento, por los paseos tranquilos, por las ganas de compartir con los amigos, por el ritmo que han marcado  las niñas.

Y asi en Roma estuvimos disfrutando de la casa de los abuelos y de su chimenea encendida, de los parques del pueblo y de ver -y oler- la lluvia durante dos días seguidos.

En Salerno -una ciudad de la costa a una hora de Napoles-: paseo marítimo y callejones del centro en el que nos sorprendió este poemario mural.




También nos vimos con mucha familia para celebrar un cumpleaño importante, en el que se soplaron nada más ni nada menos que cien velas!

En Cuenca en realidad no estuvimos. Estuvimos a 16 km de la ciudad, en un pinar muy lindo en el que paseamos, jugamos con barro, charlamos con personas encantadoras y donde nos sentimos muy relajados estando lejos de cualquier tecnología. (aquí  puedes saber más sobre el viaje a Cuenca)

En Barcelona descubrimos el Parque de L’Oreneta, guiados por la pasión de Mirella -nuestra hija - por los trenes, “los trenes de verdad”. De hecho en el medio de este pequeño bosque ubicado en plena Barcelona, se puede escuchar el clásico pitido del tren acompañado de una pequeña humareda de vapor. Preciosas y cuidadas reconstrucciones de trenes de época nos llevaron por senderos rodeados de pinos y robles. No había que abrochar cinturones, no había que correr cadenas, ni que cerrar puertas. Se monta y a viajar!



Siempre en el centro de la ciudad, estuvimos en los jardines de la Universitats: y si, siempre estamos buscando plantas!

De hecho el último descubrimiento que nos reservó Catalunya, fué un paseo por otro bosque en la localidad de Les Fonts de San Quirze del Vallès. En este pueblito viven unos amigos que también han dejado hace poco la isla de Lanzarote, y ha sido un gustazo volver a verles y compartir con ellos!

El paseo de despedida fue precioso.



Y estos son los lugares mágicos que han hecho nuestro viaje. Todos lugares de cuento, encuentro y reencuentro.

En cada uno de estos lugares nos hemos encontrado con una historia, con una pizca de magia que nos ha hecho sonreir, respirar mas sutil y sentir que las posibilidades de como estar en el mundo son infinitas.

El último personaje que nos ha guiado en la salida del bosque ha sido una Mowgli con botas, alegre y aventurera, que nos ha abierto el camino entre plantas y arbustos, llevándonos sanos y salvos de vuelta hasta casa.


martes, 7 de abril de 2015

Pococuento en el encuentro de Ale, Cuenca

El fin de semana pasado estuvimos en Cuenca en el encuentro de Ale (asociación para la libre educación). 
El enclave era precioso: Los Palancares, un pinar perdido en la nada, con árboles altísimos y un olor a bosque que echábamos de menos. La compañia no podía ser más agradable: familias y niños con ganas de estar juntos y pasarlo bien y cero tecnología!
El tiempo nos ha acompañado estupendamente, así que pudimos hacer ambas las sesiones previstas al aire libre.
Como siempre l@s narrador@s fueron los niños y las niñas que contaron entusiasmados. Esta vez salimos de viaje: nos fuimos navegando en un galeón hecho con monedas de chocolate, escoltados por un barco de piratas amigos, hasta descubrir la existencias de mundo infinitos!
navegando mar adentro
Muchas mamás nos han agradecido por nuestro trabajo, quedándose asombradas por la capacidad que tienen los niños de autogestionarse y autorganizarse entre ellos.
Todos los niños querían más! Nos han agradecido con palabras, con mirada e incluso con un delicado atrapasueños hecho sobre la marcha!

En realidad y como siempre, nos toca a nosotros dar las gracias por tanto cariño y por tanta alegría!

lunes, 6 de abril de 2015

el silencio es también palabra

Hace más de 4 años que ando investigando, de forma directa e indirecta, sobre crianza respetuosa y comunicación no violenta.
La forma de relacionarme con mis hijas ( y con "el otro" en general) ha cambiado mucho debido a esta investigación, y ha hecho que me planteara la posibilidad de nuevas formas para el desarrollo de la creatividad del ser humano.
Después de mucho preguntarme, he llegado a la conclusión que el silencio por parte del adulto es un elemento fundamental para que se de un desarrollo sano e integral del ser desde la infancia.
El silencio posibilita a los niños a que puedan escuchar su propria voz interior hasta hacerla palabra.
Y esta porción de silencio es la que le ofrecemos a cada niño en una sesión de Pococuentos.
Como pococuentista, limito mis intervenciones al máximo para que mis palabras sólo hagan de puentes para unir las suyas y hacer que puedan encontrarse en un mismo camino, un camino que ellos mismos están trazando y que pasa por el descubrimiento, el asombro, el sentirse reconfortado por ver que todo lo que se desea, todo lo que se sueña, puede hacerse real a través de este cuento!
Crear es liberarse y librarse, es volar alto o a ras del suelo, es correr y andar, es quedarse quieto y sólo respirar-se.
Creemos y creamos: el límite es como un horizonte, ilusorio pero siempre presente, vale para contenernos y a la vez empujarnos a ir más allá.

El silencio como un folio en blanco en el que se ven claramente los márgenes y en el que se deja el niño libre de actuar: comer cuando tenga hambre, dormir cuando tenga sueño, abrigarse cuando tenga frío, tenernos cerca cuando quiera nuestros abrazos y besos, estar por su cuenta cuando así le apetezca. Cosas obvias, parece, pero que en el día a día no se le suele permitir a los niños. Se le dan horarios de comida, se les chantajea, se les obliga, se les condicionas, en fin que no se confia en su competencia a la hora de elegir lo que es mejor para ellos, y nos superponemos y nos imponemos, con nuestros actos y sobre todo con nuestras palabras. Lluvias de palabras, les empapamos de palabras, tanto que se llega a paralizarles en charcos de suposiciones a ellos ajenas que al mojarles las alas le quitan toda posibilidad de volar con su imaginación.
Los adultos que vivimos con ellos tenemos una responsabilidad muy importante hacia los niños: garantizarle serenidad. Desde esa serenidad podrán desarrollar su ser, plenamente, y deslumbrar nos con sus mentes brillantes!